Motivación personal y profesional
Ser feliz en el ámbito laboral no es una tarea sencilla. Tampoco ocurre por arte de magia. Requiere de un plus de trabajo, individual y colectivo (en equipo), con el fin de mantener viva la motivación personal y profesional. La buena noticia es que el esfuerzo vale la pena.
En efecto, está comprobado que esa búsqueda diaria de la motivación contribuye a instalar un estilo de buen liderazgo en los casos en los que el puesto de trabajo acarrea tener subalternos a cargo
Motivación: de qué se trata
La palabra motivación es un vocablo latino: “motus” o “motivus” significa “causa del movimiento”. Se la puede definir como la fuerza interna que nos permite realizar lo que nos proponemos o el motor que nos predispone a superar dificultades y conducir nuestros pasos hacia el logro de nuestros objetivos.
Por eso es un concepto tan significativo en la vida personal y profesional. Poder fijar las metas a lograr, así como establecer las técnicas o estrategias para alcanzarlas, son acciones sumamente importantes. Exigen ponerse en marcha (justamente, en acción) y animarse a ser protagonista de los propios cambios.
En principio, modificar el enfoque que se tiene sobre la propia vida y sobre la vida laboral, es el primer paso hacia adelante, directo a los objetivos.
Hay que tener siempre en cuenta que lo único permanente es el cambio. Si existen aspectos dentro del ámbito laboral que requieren ser transformados, no deben ser aceptados como naturales. El cambio no solo es posible, sino que además es vital para evolucionar positivamente.